«It´s a wonderful life» (1946)
DIRECTOR: Frank Capra PRODUCTORA: Liberty Films GUIÓN: Frances Goodrich, Albert Hackett MÚSICA: Dimitri Tiomkin REPARTO: James Stewart, Donna Reed, Lionel Barrymore, Thomas Mitchell, Henry Travers
NACIONALIDAD: Estados Unidos
DURACIÓN: 130 mins.
GÉNERO: Comedia agridulce
SINOPSIS: En el día de Nochebuena un contubernio Celestial decide enviar a un ángel a la Tierra para que se ocupe de ayudar al atribulado e infeliz George Bailey, con la misión prioritaria de que el susodicho alcance la felicidad. El problema es que el ángel que envían, Clarence, está muy verde y no sabe muy bien cómo afrontar el encargo. Por su parte, todos los sueños de Bailey (interpretado por James Stewart), se han convertido en polvo porque prefirió quedarse en el pueblo donde ha nacido en lugar de aventurarse y buscar lo que le pueden ofrecer otros lugares.
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DATOS DE INTERÉS: «Qué bello es vivir» es un clásico navideño en todas las televisiones occidentales debido a que un error administrativo de su productora hizo que no se renovaran sus derechos, pasando así a ser de dominio público. Esto facilitó la popularidad de una película que cuando se estrenó tuvo poco éxito y ni siquiera se hizo con un solo Oscar de los cinco a los que estaba nominada. Recién salida de la Segunda Guerra Mundial, la sociedad norteamericana no estaba interesada en una fábula moral de poso amargo que vendía un «What if?» (¿qué hubiese pasado si…?) en donde el espectador comprobaba que su protagonista había tomado algunas malas decisiones en algunos momentos clave de su vida y como consecuencia todos sus sueños y esperanzas se habían derrumbado como un castillo de naipes haciendo que su vida se convirtiese en un calvario de obstinación, resignación por la situación familiar y apego a una rutinaria existencia en la localidad que habitaba desde que era un bebé. Puede que en los cínicos tiempos que vivimos el mensaje de «Qué bello es vivir» nos resulte demasiado inocente, o incluso pueda molestarnos. Sí, claro que vivir es maravilloso, parece decirnos ese gran fabulador que fue Frank Capra, pero hay que currárselo. Hay que confiar en la familia, hay que tener -buenos- amigos, no hay que ser un simple espectador de la vida, sino participar en ella. Si bien esta simpleza de mensaje no funcionaría ni dos minutos en el ring destructivo en el que se ha convertido nuestra Sociedad, a veces viene bien echar mano de sustanciales y potentes píldoras de cordura y positivismo como esta. Porque parece buena idea ver cómo James Stewart compone estupendamente las hechuras de un quejumbroso George Bailey que convertirá su paso por el purgatorio en todo un aprendizaje que legitima sin trucos que para sobrevivir no hay mejor actitud que la de no rendirse nunca.